lunes, 5 de marzo de 2012

Manifiesto de la corriente de opinión Izquierda Socialista del PSOE en Castilla y León


Izquierda Socialista-PSOE en Castilla y León ante el 12º CONGRESO AUTONÓMICO del Partido Socialista de Castilla y León-PSOE

EL RETO DE LA ESPERANZA SOCIALISTA EN CASTILLA Y LEÓN


Los socialistas de Castilla y León celebramos nuestro Congreso Autonómico en una coyuntura de crisis económica particularmente complicada para toda la sociedad y, sobre todo, porque muchos ciudadanos y ciudadanas sufren el desempleo, la pérdida de sus puestos de trabajo, el cierre de empresas;  además  los recortes de los  derechos laborales y sociales amenazan a todos los trabajadores y clases populares.
En los últimos meses el Partido de los Socialistas de Castilla y León-PSOE ha sufrido una pérdida de apoyos electorales sin precedentes: Si en mayo 2011 obtuvimos los peores resultados en unas elecciones municipales desde la recuperación de la democracia perdiéndose Alcaldías emblemáticas y muchos  concejales  y diputados provinciales y en las elecciones autonómicas en Castilla y León los pésimos resultados evidenciaron  un gran fracaso “político” de nuestro Partido, las elecciones generales del 20-N han retrotraído nuestros apoyos electorales a niveles inferiores a los obtenidos en las del año 2000 ; hasta el punto de que la distancia con el PP acentúa un bipartidismo muy desequilibrado en favor de la fuerza hegemónica de la derecha.
La dimensión de las derrotas electorales del PSOE (mayo y noviembre 2011) expresa que el retroceso electoral lo es mucho más en la perspectiva política y que el contundente mensaje de la ciudadanía debería haber tenido consecuencias orgánicas a través del debate sobre las correspondientes responsabilidades;  porque la enorme pérdida de sufragios experimentada por nuestro Partido  pone en evidencia la inconsistencia de muchas de nuestras estrategias,  la errática deriva de posiciones y actuaciones políticas y la escasa coherencia que determinadas medidas del Gobierno y propuestas apresuradas, aceptadas por los órganos dirigentes del Partido, guardaban con el proyecto y programa socialistas. 
Nuestra forma poco congruente de hacer política, particularmente en los últimos dos años,  los desconcertantes cambios en los planteamientos y los contradictorios mensaje frente a la crisis, defraudaron y desorientaron a un amplio porcentaje de nuestros votantes  que esperaban del PSOE una respuesta desde la izquierda, coherente con nuestros principios y trayectoria socialdemócrata, para hacer frente al “dictado” que imponían los especuladores de los mercados y al  egoísmo de las minorías de privilegiados que acumulan riquezas y poderes poniendo en riesgo la economía productiva, el desarrollo integral, la cohesión social y hasta la acción política democrática al servicio del interés general colectivo.
Vivimos tiempos en los que el  proyecto democrático y socialista  con sus valores de universalidad, compromiso ético, dignidad y respeto de si mismo y hacia los demás, la libertad igualitaria, la justicia social, la solidaridad, la fraternidad, el sentido de responsabilidad ante la sociedad, el reparto equitativo de la riqueza y la reasignación de bienes públicos para el bienestar colectivo, se encuentra en regresión. Como socialistas tenemos que reaccionar  anteponiendo la firmeza de nuestros principios y convicciones a los intereses particulares, contraponiendo las esperanza del socialismo al pesimismo  y al temor que instrumenta y difunde la derecha, respondiendo a los problemas y retos con más democracia, participación y alternativas pensadas desde la izquierda, enraizadas en los  amplios sectores sociales que conforman la  mayoría de progreso.
En un ambiente de pérdida de confianza de los ciudadanos/as en la Política y en la acción transformadora de las políticas públicas; para que se recupere, reformule el Partido, se actualice nuestra sintonía con el Programa Máximo del socialismo y avancen nuestros planteamientos en Castilla y León; antes nuestra organización necesita más autocrítica,  debate abierto y confrontación interna de posiciones, contraste auténtico de alternativas  –como pretendemos la corriente de opinión Izquierda Socialista del PSOE- para que desde la pluralidad de sensibilidades y propuestas constructivas se decanten convergencias sobre proyecto, estrategias y nuevo/s liderazgo/s de equipo, sin acentuados personalismos, ni excesivos “enroques” de anteriores dirigentes.
Si nuestro 38 Congreso Federal ha abierto un nuevo período para articular una alternativa socialista al modelo económico y social que el pensamiento neoliberal pretenden imponer como salida única de la crisis; tras 25 años de Gobierno del PP en Castilla y León nuestro 12º Congreso Autonómico del Partido Socialista de Castilla y León-PSOE  constituye un punto de inflexión. No podemos caer en la inercia y el desánimo, tenemos que reflexionar sobre nuestras carencias e insuficiencias, asumir mayores compromisos, renovarnos para recuperar la credibilidad y afrontar  retos de transformación social.
Hay  que dar urgente y continuada respuesta desde la izquierda a los ciudadanos/as de astilla y León que  esperan  una alternativa al apabullante y continuado predominio de la derecha cuyas consecuencias son las prácticas clientelares y  la arrogancia institucional del PP, el incremento de las desigualdades, graves desequilibrios internos de renta riqueza y oportunidades entre provincias, comarcas, personas y grupos sociales, la escasa diversificación del tejido productivo, el declive de la agricultura y la despoblación del mundo rural,  constante pérdida de capital humano por la emigración de nuestros jóvenes a otras tierras para buscar oportunidades, una caída del peso y proyección de la Comunidad en los escenarios de la globalización, riesgos de exclusión para muchas personas y el aumento de las fracturas sociales por los recortes que impone el Gobierno de Rajoy y secunda la Junta de Castilla y León.
Somos conscientes y asumimos que el Partido Socialista  en Castilla y León ha sufrido un desgaste continuado, acentuado por carencias propias en nuestras estrategias y actuaciones: deficiente percepción de los problemas económicos, sociales y de los territorios; nuestros dirigentes autonómicos y cargos públicos no han formulado posiciones alternativas, en los órganos del Partido, que hubiesen modulado ciertas medidas polémicas del Gobierno socialista; intermitente funcionamiento como colectivo dirigente de la Ejecutiva Autonómica; escasa planificación y coordinación de la Ejecutiva Autonómica con los parlamentarios nacionales y autonómicos y con los Grupos Municipales y en las Diputaciones; acuerdos con el PP en asuntos (Cajas de Ahorro, virajes en  algunas  iniciativas parlamentarias) que  no percibía bien nuestro electorado; el papel de la Ejecutiva Autonómica para  conectar Grupo Parlamentarioejecutivas provinciales y representantes socialistas en las Instituciones Locales (Ayuntamientos y Diputaciones) debería tener más relevancia para transmitir mensajes y actuaciones o recibir propuestas; no se han estimulado suficientemente proyectos colaborativos entre distintos niveles institucionales (locales y autonómico) que hubieron puesto al PP en la tesitura de sumarse a ellos o confrontar con ayuntamientos, diputaciones o entre consejerías; el trabajo de los cargos públicos ha resultado poco incisivo y su efectividad escasa; se ha confiado excesivamente en  argumentarios para mensajes mediáticos y han faltando discurso y relato “emocional” que entroncase con nuestros valores y principios; la oposición  que hemos ejercido  en las instituciones gobernadas por el PP, frecuentemente ha carecido de “mordiente” y continuidad en los temas;  y los cambios en las políticas que proponíamos los socialistas desconcertaron a los ciudadanos y ciudadanas más comprometidos con la idea de transformación social y bienestar colectivo.

La necesaria autocrítica debe aprovechar  los aspectos positivos  -y bien valorados- por los ciudadanos/as de la gestión transformadora de aquellos compañeros y compañeras que han conseguido revalidar el apoyo mayoritario a nuestro proyecto y programas en Ayuntamientos y las buenas propuestas que formulan los grupos socialista municipales, de las diputaciones y de las Cortes; con la finalidad de articular nuestras políticas desde el compromiso social y la fidelidad a los valores democráticos y socialistas, desde la justicia social, la igualdad y el ejemplo de buen gobierno y responder con honestidad, capacidad de trabajo, transparencia, participación, responsabilidad para ganar credibilidad, recuperar la confianza de la ciudadanía y, sobre todo, reabrir las grandes avenidas de la esperanza de un futuro mejor que anhela la inmensa mayoría de los castellanos y leoneses.
Para articular /desarrollar el proyecto socialista en Castilla y León y construir una Comunidad Autónoma  en constante progreso,  con una economía moderna, diversificada y  avanzada, socialmente cohesionada e integrada, territorialmente más equilibrada,  medioambientalmente sostenible, capaz de propiciar la “transferencia tecnológica” mediante convenios de colaboración entre empresas y universidades para impulsar el desarrollo y el crecimiento de determinados sectores mediante el acceso al conocimiento y experiencia de los grupos de investigación, innovación y desarrollo tecnológico, y con mayor proyección y peso político en España y Europa; previamente tenemos que actualizar  nuestra organización y activar todas sus potencialidades. En el PSOE necesitamos un cambio democrático interno que debe plasmar la futura conferencia sobre organización:
- un partido abierto, con mayor capacidad de decisión de su amplia base militante haciendo partícipes a simpatizantes y ciudadanía progresista,  un partido  bien identificable  que desde nuestros principios, trayectoria, proyecto y programas se dirija y responda a la mayoría social  “de izquierdas”  que conforman los trabajadores, clase obrera,  clase media y  clases populares, profesionales, funcionarios, autónomos, emprendedores y pequeños  y medianos empresarios…;
- un partido transparente donde  los militantes aporten sus opiniones para decidir el destino de los recursos económicos y se extreme la eficiencia en el gasto;
- un partido donde, fruto de la transparencia, las actuaciones de los cargos orgánicos y públicos resultan coherentes con el proyecto y programas y se articule la complementariedad más equilibrada entre la labor de militantes y órganos internos y la acción de Gobierno y cargos públicos, y en el que los cargos públicos rindan cuentas periódicamente de sus iniciativas, gestión, actuaciones y aportaciones ante los militantes y simpatizantes.

un partido de alternativas políticas a los problemas económicos y sociales donde la regeneración de ideas emane del debate y posicionamiento de las distintas corrientes y sensibilidades;
- un Partido dinámico con planteamientos plurales que precedan y enriquezcan la adopción democrática de decisiones;  y  que no discrimine a los miembros de las corrientes de opinión estatutarias, a los delegados y representantes de las corrientes de opinión otorgándoles  sólo  voz para manifestar sus ideas y proyectos y quitándoles el voto que necesitarían para poder defenderlos; 
- un Partido en el que  sus  dirigentes  sean elegidos directamente por las bases y accedan a los cargos en función del esfuerzo, la capacidad, con un compromiso social y político constatado en la fidelidad a los ideales de izquierdas;
- queremos un partido más de izquierdas, donde se abandone el individualismo que el neoliberalismo ha inculcado los últimos veinticinco años y se dé paso de nuevo a la colectividad, al sentimiento de grupo a través de las distintas sedes- Casas del Pueblo, abiertas y receptivas a la militancia, donde se acentúe de nuevo la solidaridad, se impulse el voluntariado, se promueva el consumo razonable y sostenible;
- un Partido donde las primarias, la limitación de mandatos, las incompatibilidades para no acumular cargos, las listas abiertas y la representación plural en sus órganos abran realmente nuevas fronteras al ejercicio de la política y la acción pública en el siglo XXI que la ciudadanía reclama y las instituciones democráticas necesitan.
Hace más de 30 años que la corriente de opinión Izquierda Socialista del PSOE, desde la lealtad y el compromiso responsable, ha propiciado el debate y el impulso a la democracia interna,  ha tratado de aglutinar en el seno del partido a los militantes y sensibilidades más proclives a incidir en las políticas económicas y sociales redistributivas que –concordantes con los ideales éticos, cívicos y políticos del socialismo democrático- favorezcan a las clases populares, trabajadores y, en especial, a sectores sociales y personas más desprotegidas;  también considera que se ha de avanzar hacia un modelo federal (más cooperativo, integrador, equilibrado y solidario) del Estado de las Autonomías;  destaca las aportaciones del laicismo y el republicanismo cívico al progreso social; asimismo pretende un fuerte compromiso intergeneracional con el modelo social europeo, con la paz y la solidaridad internacional; finalmente, esta corriente pone un acento especial en el reforzamiento de la democracia participativa y asume varias propuestas del movimiento “altermundista” para “gobernar la globalización” y regular los mega poderes no democráticos e insiste sobre un desarrollo más sostenible y ecológico que preserve a nuestro planeta Tierra.
En este periodo sombrío de crisis económica y sistémica, donde las medidas de la derecha quiebran la economía productiva, imponen la regresión política y social en beneficio de minorías de privilegiados y de especuladores que persiguen la involución en el Estado de Bienestar y amenazan históricas conquistas sociales de los trabajadores; el profundo cambio orgánico en nuestro Partido tiene que corresponderse necesariamente con la  recuperación del acervo socialista y la reafirmación del socialismo democrático transformador y su lucha por la emancipación de las personas, la igualdad, la libertad con equidad, la justicia social, la solidaridad…como exponente del compromiso con la mayoría ciudadana por el cambio  : Un proyecto político coherente con la trayectoria del PSOE y del internacionalismo socialista, alternativo –desde la izquierda- a las contrarreformas neoliberales y a la “economía del miedo”, que rompa el “bloqueo” económico, social y político que impone la derecha en España y en la UE, reivindique la trayectoria del  movimiento obrero y la acción transformadora del socialismo democrático, incorpore iniciativas de los movimientos sociales, recupere las perspectivas de dignidad y emancipación de las personas, renueve la acción colectiva para el bien común, reafirme el sentido de la Política democrática como ética cívica y expresión de la voluntad general; un proyecto de Comunidad Autónoma con más democracia, más participación, más transparencia institucional, más acción pública transformadora, más solidaridad, mayor equilibrio territorial, más equidad e igualdad de oportunidades, más y mejor empleo, bienestar colectivo y sostenibilidad del desarrollo  que Castilla y León necesita y que debe contener las siguientes líneas estratégicas o ejes de actuación prioritarios:

1.- Hasta la crisis, las innovaciones tecnológicas habían impulsado las dinámicas productivas en un contexto donde dominan rasgos del viejo patrón de crecimiento; la resolución de las problemáticas actuales tiene que contemplar transformaciones profundas en el modelo de desarrollo futuro, más sostenible y equilibrado, enmarcadas en la recuperación de la economía productiva y de la centralidad del trabajo y con el protagonismo de las políticas públicas para impulsar las necesarias transformaciones en el sistema productivo.
2.- En la Unión Europea se debe afianzar la arquitectura política adecuada para el gobierno de la economía y partiendo de consensos básicos en la UE como el control del sistema bancario, la regulación financiera, fiscalidad progresiva, protección de los derechos laborales,  medidas de democracia económica, responsabilidad corporativa, normativa para la dación  en pago de la vivienda por cancelación de hipoteca, consolidación del modelo social europeo, etc., en cada país y región las respuestas para superar la coyuntura adversa y afrontar al reto de los cambios estructurales se deben adaptar, combinar y secuenciar según sean las fortalezas y debilidades de su economía, su “patrón” de especialización productiva  y de los componentes del PIB, las características de su mercado laboral, las potencialidades de futuro y, también las necesidades de las políticas sociales para una mayor equidad entre los ciudadanos/as. 

3.- En Castilla y León el objetivo de la diversificación de la economía no pueden perder la perspectiva de transformar –para afianzarlo- el Estado de bienestar y reforzar la cohesión social. Tenemos que superar la crisis económica desde los valores propios del modelo social europeo y  atendiendo a las necesidades de estas tierras, con compromisos básicos  para una Comunidad  cada vez más justa, solidaria y cohesionada, avanzada y comprometida con la democracia a escala global, con la universalidad de los bienes públicos para el bienestar de todos,  con una fiscalidad justa y un reparto más equitativo y equilibrado de la riqueza y con una globalización al servicio de los seres humanos y que preserve la biodiversidad.
4.- En Castilla y León, en España y Europa, desde la autonomía y legitimidad que otorga la voluntad general, hay que reaccionar  frente al sector financiero, la gran patronal y la derecha gobernante que insisten constantemente en la necesidad de aplicar reformas que bajan los salarios, suprimen los derechos laborales,  causan despidos, cercenan las políticas sociales y hacen recaer los ajustes sobre los trabajadores y clases populares acentuando las desigualdades. Una  potente  institución financiera pública deberá facilitar  el crédito  a los emprendedores y apoyar las inversiones en economía productiva; hay que  acabar con el fraude fiscal, poner una tasa social a las transacciones financieras y beneficios especulativos, obtener recursos fiscales de las rentas más altas, y gravar las remuneraciones de directivos,  patrimonios y grandes fortunas para incentivar la reactivación de la economía real y del empleo.
5.- La POLÍTICA democrática y las políticas públicas deben situarse en el “puente de mando” de los procesos económicos, con la finalidad de que la reactivación y el relanzamiento se acompañen de los cambios para corregir desequilibrios, crecer de forma más armónica, crear puestos de trabajo y afianzar un modelo social más integrador y solidario. Un sistema fiscal justo,  progresivo y suficiente tiene que ser instrumento primordial de justicia social para un reparto más equitativo de las cargas públicas, para construir otra política económica,  luchar contra la despoblación del mundo rural e impulsar el empleo estable  y dar oportunidades a los jóvenes,  para volver al crecimiento pero más sostenible y equilibrado, para disponer de bienes públicos y de los servicios de bienestar como factores de empleo, cohesión social y de equilibrio territorial.

6.- La pluralidad de opciones en política económica y presupuestaria debe contemplar –simultáneamente- las prioridades para la reactivación, para la redistribución de renta y la reasignación de recursos a las que deben dirigirse las políticas públicas. En Castilla y León la superación de la crisis  exige reorientar-diversificar la actividad económica hacia sectores con mayor potencial de eco-crecimiento y que generen más y mejor empleo, tratar de mantener y consolidar a los sectores productivos maduros en interacción con los más innovadores e incorporar los sistemas productivos locales a las dinámicas de transformación “sostenible” de nuestra economía, al tiempo las políticas sociales y territoriales facilitan la igualdad de oportunidades, contribuyen a la creación de empleo, al desarrollo integral y a la articulación de la Comunidad. Y para una mayor efectividad transformadora se debe combinar/coordinar bien  la planificación del desarrollo en distintos niveles institucionales.
7.- En Castilla y León para avanzar hacia un crecimiento más sostenible y equilibrado ha de producirse una redimensión  de los componentes sectoriales del PIB (Producto Interior Bruto) y del VAB (Valor Agregado Bruto ) en  favor de incrementar el peso de la economía industrial, de la economía del conocimiento (I+D+I), del sector de las energías alternativas (3ª revolución energética), de determinados subsectores emergentes con potencial y distintos servicios avanzados, como apuestas de futuro en las estrategias de potenciar las economía productiva,  aprovechar  el capital humano y social,  propiciar el anclaje territorial de empresas, impulsar  el desarrollo endógeno (territorios inteligentes) y la “economía de proximidad”;  mediante la activa intervención pública  en la orientación y desarrollo de las políticas económica, industrial y medioambiental.
8.- Las políticas de bienestar son pilares básicos del Estado Social y Democrático que garantiza un trato igual a todos y cada uno de los ciudadanos/as. En la situación actual, es necesario abrir un proceso de diálogo y consenso para proponer a las Cortes de la Nación un marco armonizador de las políticas universales de educación, sanidad y servicios sociales que desarrollen, bien el Estado y/o las Comunidades Autónomas, con la finalidad de asegurar la equidad en las prestaciones,  evitar riesgos privatizadores y afianzar la solidaridad entre territorios para que los ciudadanos/as tengan acceso, en condiciones similares y con niveles equiparables en calidad ,  a los servicios públicos en cualquier lugar de residencia.

9.- En materia de política territorial, hay que avanzar hacia la conformación Federal del Estado de las Autonomías con un modelo competencial armonizado (pero no uniforme) y mas cooperativo, abordar la Reforma del Senado como Cámara territorial y apostar más decididamente por  una profunda reforma, reestructuración, reordenación y redimensión de las Diputaciones Provinciales, muchas de cuyas funciones pueden ser asumidas por la Junta, otras por los Municipios, y/o por una articulación funcional en Consejos de Municipios y Comarcas.  Con sus 2.248 municipios Castilla y León dispone de una notable red de gobiernos locales y, de inmediato, debe articularse la tercera descentralización: la municipal, con la perspectiva de reforzar las capacidades de los ayuntamientos para estimular  el desarrollo endógeno y de  abrir procesos de posible comarcalización.
10.- Las crudas realidades de la crisis han puesto de manifiesto disfunciones en el sistema político e institucional y desde la radicalización de los principios democráticos se reclaman nuevos canales de deliberación/participación, nuevas ideas y renovados protagonismos de los partidos políticos, agentes sociales y organizaciones de la sociedad civil en interacción con la ciudadanía. Una ciudadanía activa y exigente que se moviliza y pide nuevos cauces  –deliberativos y participativos, aprovechando las nuevas tecnologías- para transmitir a la representación política sus inquietudes, peticiones y propuestas; pero que también demanda a sus representantes políticos coherencia, transparencia y ágiles respuestas a los problemas y quiere mejoras en las instituciones.
Para una eficiente recuperación de la POLÍTICA al servicio del bienestar colectivo, hay que reformar la legislación electoral y las normativas de participación ciudadana en la política,  potenciar mecanismos de transparencia en las instituciones y de responsabilidades y rendición de cuentas de los representantes públicos, mejorar la democracia interna en los partidos políticos,  incidir en defensa del pluralismo informativo, reafirmar especialmente la apuesta  por los derechos de las minorías, destacar los valores del laicismo y del republicanismo cívico y, sobre todo, reafirmar la solidaridad intergeneracional y aprovechar las grandes potencialidades y capacidades de los jóvenes para impulsar la primacía de la política democrática y la acción pública al servicio de la colectividad, estimulando su participación y aportación a las instituciones, organizaciones y asociaciones y su incorporación plena a todos los ámbitos de la  economía y de la sociedad para realizar las transformaciones que Castilla y León, España y Europa necesitan en un contexto de grandes riesgos globales pero también de oportunidades para un desarrollo más humanizado y sostenible.
En esta situación de hegemonía de la derecha y pensamiento “único” que imponen los poderes espurios de los “mercados”, como  socialistas no podemos permitir que muchos ciudadanos y ciudadanas caigan en el desaliento y el desencanto con una sensación de pérdida del horizonte de desarrollo y bienestar colectivos; hacemos un llamamiento a la esperanza de todos los castellanos y leoneses que confían en las posibilidades de un futuro mejor, construido con la participación y el acuerdo de la mayoría ciudadana que se identifica con los valores del humanismo y del socialismo democrático. ¡Por la izquierda hay alternativas! para salir de la crisis y alcanzar nuevos retos de  progreso que beneficien a toda la sociedad. Y nuestra organización política tiene que replantear el proyecto socialista, realizar las adaptaciones y correcciones en la organización, funcionamiento y actuación que permitan responder eficazmente a los intereses colectivos y propiciar-encabezar el compromiso cívico con la acción pública al servicio del bien común.

Izquierda Socialista, como corriente de opinión del PSOE, apoya el llamamiento “Por una alternativa socialista europea”, considera que debemos profundizar en las resoluciones del 38 Congreso Federal poniendo el acento en la imprescindible recuperación del acervo socialista, en que todos los órganos de dirección del partido ejerciten plenamente las funciones que les encomiendan nuestros estatutos, y especialmente incidir en el ámbito de la democracia interna: libre expresión de ideas y propuestas, real participación democrática en la toma de decisiones, diálogo abierto y constructivo  para integrar la diversidad interna,  representación de las corrientes de opinión en los órganos, ejecutivos, deliberantes y de control,  procedimientos de democracia directa para las elecciones internas y selección de candidatos a cargos públicos y orgánicos, reforzar los principios de responsabilidad de los cargos, de incompatibilidad y limitación de mandatos, aplicar los principios federalistas propios de la organización del partido a todos los niveles para revitalizar las Agrupaciones Locales y favorecer la reincorporación a la vida orgánica de antiguos militantes y la participación de los simpatizantes.

Si queremos recuperar la credibilidad  de la sociedad  en nuestro Partido, mantener el  apoyo de quienes nos han votado,  construir un proyecto de mayoría compartiendo alternativas  con  los  ciudadanos/as castellanos y leoneses, hemos de actuar con coherencia entre ideología y praxis  en la línea de nuestros declaración de principios y conforme a los valores socialistas para sintonizar de nuevo con nuestro electorado natural, la clase trabajadora (asalariados, autónomos, profesionales) y sectores empresariales y sociales progresistas que confían en la  recuperación de la trayectoria y  acciones  del proyecto emancipador del socialismo para avanzar en Castilla y León.
Desde las anteriores premisas, el colectivo de opinión  Izquierda Socialista, con otros muchos militantes, desea contribuir decididamente al debate plural en el seno del Partido Socialista de Castilla y León – PSOE con el objetivo de  resituar claramente a nuestro organización en la izquierda, en coherencia con su trayectoria ideológica y política y para que nuestro 12º Congreso Autonómico establezca las bases firmes de la renovación de la esperanza y del compromiso socialista con esta tierra que necesita un proyecto transformador de la Comunidad para la movilización a favor del progreso y del cambio político.

La  Coordinadora de la corriente de opinión Izquierda Socialista del PSOE en Castilla y León










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